Le faltan como 5 minutos al pavo relleno deshuesado que hice, para estar listo.

Este mes me encargué de todo, menos del blog. Anhelo estar más seguido por aquí el año entrante. Agradezco a todas las personas con las que hice contacto tanto virtual como materialmente durante este año, pues me brindaron la dicha de sentirme muy vivo e importante de nuevo. El año que viene se avecina con un cúmulo de proyectos que ni siquiera pensaba que existirían hace seis meses, y es ya que quiero ver amanecer el primer día del 2007.

Para todos un feliz y próspero año 2007 para todos. Y que la Chinita y Papa Dios los colmen de bendiciones, tal como se lo merecen.

Urgente, de verdad.

diciembre 8, 2006

Se necesitan 12 donantes de sangre diários para la Sra. Sra. Martha de Wekker, madre de Dewekker. La doña tiene dengue hemorrágico, y necesita plaquetas a diario. Yo se que es bastante delicado, pues alguna vez me dio dengue hemorrágico y mi mamá lo detectó incipiente, pero no me salvé de un poco de sueros y cosas.

Así que a colaborar, todos los que están en Caracas y/o los que puedan pasar por allá en estos días. Más info aquí o por el teléfono 04122356740.

Hoy me la pasé de carreras. De un lado a otro, fue una diligencia tras otras. Al final, ya eran las 8pm y andaba con mi primo El Emperador, mi esposa y mi progenitora. Ya había hambre, ciertamente —como diría Teal’c.

Entonces El Emperador me recordó de un lugar que le recomendaron sus amigas Om y Luz, cerca de donde viven ellas en La Victoria. Este sector queda detrás de la Avenida La Limpia, hacia el noroeste de la ciudad, y se convirtió durante los años sesenta, setenta y ochenta del siglo pasado en uno de los más grandes crecimientos urbanísticos más o menos organizado de la ciudad. La Victoria es distinta; la gente habla y se comporta diferente; son marabinos, más que maracuchos.

Yo conocí La Victoria hace muchos años, cuando estudiaba en bachillerato. Luego, durante los noventas, muchas veces me tocó ir y venir a esa populosa zona ya fuera por estudios, negocios o incluso por el placer de ir a comer con mi novia en uno que otro localcito. En este sector abundan los negocios de comida rápida —y no tan rápida— en las avenidas principales, que inervan a su vez toda la urbanización a través de las laterales. Son famosas las arepas de El Jojoto, las pizzas, las ventas de parrilla y otros comederos prácticamente al aire libre.

Hoy fuimos a un localcito más que sencillo, a la vera de la avenida principal tomando hacia la izquierda en la Y de la entrada de La Victoria que colinda con Los Olivos. Ya casi llegando a los edificios, están varios locales y uno de ellos se destaca por un pequeño aviso luminos un poco decolorado; se trata de Mister Arturito, una venta muy original de pollo a la broaster, o como lo conoce mi esposa, pollo a la canasta.Mister Arturito

Debo confesarme como un adicto a las frituras, cuestión que mi organismo ya no soporta mucho, aunque nunca he salido con el colesterol alto en mis chequeos rutinarios. Este lugarcito, en el cual te atienden por una ventana de una casa convertida en taquilla, y donde te sientas en la acera al lado de una vía llena de automóviles a media-alta velocidad, es extremadamente coloquial y concentra la experiencia de La Victoria plenamente: cotidianidad, decencia, simpatía, precios más que solidarios, mucho smog, ruido (tráfico, gente, transeúntes, y un radiecito que no tenía tamaño para el escándalo que tenía), y buena calidad, además de una excelente brisa pues el sector es bastante fresco dada la altitud relativa al lago y lo lejos que tiene la costa.

Como éramos cuatro, pedimos el plato familiar: 4 piezas de cada parte del pollo que ellos venden, a saber alas, muslos, medias pechugas y cuartos superiores del muslo entero —la última es la pieza preferida de mi mamá, no se por qué. Esto acompañado de aproximadamente unos 400gr de papitas fritas, una docena de arepitas que realmente eran bolitas de masa de harina de maíz de una pulgada de diámetro, tres servicios de unos 60gr de ensalada de repollo dulce al mejor estilo de Arturo’s, tres porciones de ketchup y un refresco de 1.5lt, que en nuestro caso fue Pepsi, con sus respectivos vasos con hielo para cada comensal.

Todo esto por unos super-fantásticos Bs. 35000.

Yo no se si era pollo transgénico de Mercal, o si las papitas eran brasileñas, argentinas o bolivianas, pero a mi no me cuadra por ningún lado que puedan vender todo eso a tan buen precio. Los platos comienzan en Bs. 9000, por un plato de 3 piezas (ala, pechuga y muslo) con papitas y ensalada, hasta la combinación bárbara de 16 piezas, 3 ensaladas y 1 super porción de papitas, con 3 porciones de ketchup, que nosotros nos comimos.

Por supuesto que recordé el cuento de la rata en el Arturo’s, el del peluquín del Coronel Sanders en el KFC y todos los demás chistes que hay acerca del pollo frito. Pero no los dije, pues el pollo estaba realmente bueno. Tenía buen balance entre hierbas, sal, crocante y buena cocción. No encontré ninguna pieza sobrecocinada, ni tampoco ningún pedazo crudo. Realmente me gustó, aunque recordando que soy miembro del partido TLF (todo_lo_frito), confío en la opinión de mis acompañantes que estuvieron de acuerdo conmigo.

Cuando iba a pagar, me acordé de El Antojo, por las bolitas de masa fritas, además porque el aroma de la freidora infesta todo el lugar cuando la brisa sopla en cierto sentido, tal cual sucede en Apartaderos.

Al cancelar, le preguntamos al muchacho que nos atendió el horario del local: prácticamente todos los días abren, a partir de las 11am. Excelente dato, en especial para resolver un almuerzo con los chamos o con los compañeros de trabajo.

Llegué a tomar Hepadesicol, con varios vasos de agua, y deseando haber tenido mostaza dulce o dijón…

El aroma de la alcaparra

diciembre 7, 2006

Hoy me levanté con ganas de desayunar una tortilla de papas.

Comencé por meter un par de papas al microondas, por 7 minutos full potencia —es la mejor forma de cocer una papa sin añadirle agua, y rápidamente. Piqué bien una cebolla y un par de dientes de ajo, que comencé a sofreir en aceite de maiz. Cuando volteo a ver el microondas, me encuentro con unas alcaparras en salmuera que mi mamá compró para hacer hallacas… ¡Aroma exquisito, mediterráneo sin igual!

La alcaparra es el capullito de la flor del alcaparro (Capparis spinosa), un arbusto espinoso oriundo del mediterráneo. Del alcaparro se usan los botones o capullos (alcaparras) y los frutos (alcaparrones). Los primeros pueden ser en salmuera o en conserva de vinagre y sal, única presentación de los últimos. Aquí en Maracaibo todo el mundo considera indispensable la alcaparra a la hora de hacer guisos. Su aroma incluye notas amargas retronasales, mar y especias de tierra pedregosa. Por eso se acompaña tan bién con el orégano, que también añadí entero y seco a mi sofrito.

Luego el microondas avisó y saqué las papas perfectamente cocidas y secas, para inmediatamente majarlas y mezclarlas con el sofrito. Es recomendable dejar el microondas abierto un rato mientras se seca, por el vapor que salió de los tubérculos. Luego ligué esta mezcla con tres huevos completos, rectifiqué sal y pimienta, añadí una cucharada de mostaza de dijón, una cuchara de harina de trigo y una puntica de cuchillo de polvo para hornear.

A continuación puse a calentar de nuevo el sartén donde había hecho el sofrito, que apenas limpié con una toalla de papel, y engrasé de nuevo con unas cucharadas más de aceite —no mucho, solo para evitar que se pegue la tortilla y para generar una hermosa costra dorada. Al vertir la mezcla, bajé el fuego y tapé, hasta que el aroma me indicó que era tiempo de voltearla. Ah, que delicia el aroma de la alcaparra… Dejé dorar por el otro lado y ya. Unas galletas, café y tremendo desayuno mediterráneo.

Fue esta foto, perdida en mi celular. Se las debia 😀

Parrilla Expozulia

Tomada el 12/11/2006, en Expozulia. Honestamente, no estaba tan buena como la del año pasado, pero igual conserva ese saborcito a pincho de estadio sin igual.